La autofagia para un mejor envejecimiento es uno de los beneficios del ayuno intermitente que además promete menos enfermedades.
La autofagia es uno de esos conceptos, acuñados por la biología desde hace muchas décadas, que ha sido rescatado y revestido de importancia gracias a la creciente tendencia de seguir un estilo de vida saludable.
El ayuno se impone como el mejor aliado para lograr la autofagia, aunque también se habla de medicamentos, técnicas y hasta alimentos que aseguran su efectividad para lograrla.
¿Qué sabemos sobre este tema y qué opina la comunidad científica al respecto?
Comencemos por definir qué es la autofagia
A medida que la ciencia y el lenguaje científico se filtran con mayor frecuencia en la sociedad, aparecen términos nuevos que no siempre se utilizan como deberían.
Esto se debe a que al intentar hacer comprensible cierto conocimiento se tienden a simplificar demasiado los conceptos.
Todos somos conscientes de que la ciencia no es nada fácil, entonces entre el mal uso de los términos y la exagerada simplificación de los conceptos, se cierne un terreno indefinido, complejo y lleno de matices que pueden dar lugar a confusiones.
Uno de estos términos es la autofagia, tal y como se promueve y explica hoy en día en muchos círculos nutricionales y de salud.
Entonces trataré de explicar en palabras profanas ¿Qué es la autofagia? Sin caer en la simplificación excesiva que dé lugar al error
Es un proceso celular que consiste, grosso modo, en un complejo sistema de reciclaje celular.
Su función es tomar todos los elementos sobrantes o en mal estado en el entorno celular y reciclarlos para convertirlos en material útil para las células.
La palabra deriva del griego auto (propio) y phagein (comer). Así que literalmente significa comerse a uno mismo.
Este es el mecanismo del cuerpo para deshacerse de células viejas y cuando ya no hay energía suficiente para sustentarlas.
Hay un proceso similar, la apoptosis, también conocida como la muerte celular programada, es decir que las células están programadas para morir después de un cierto número de divisiones.
La razón es bien sencilla: eficiencia energética, el cuerpo no desperdicia recursos en células ya deterioradas, la muerte programada es un mecanismo de defensa natural
Por otra parte la autofagia en lugar de eliminar toda la célula (apoptosis), solo busca reemplazar algunas partes de ella.
En la autofagia se destruyen los orgánulos subcelulares, las membranas viejas y otros desechos y se reconstruyen otros para reemplazarlos.
Esto se hace enviándolos al lisosoma, un orgánulo especializado que contiene enzimas para degradar las proteínas.
La relevancia de la autofagia como mecanismo celular ha hecho que sea uno de los temas de estudio referidos en biología, más ahora que se ha comprobado la relación tan íntima que tiene con el envejecimiento.
Aclaremos el concepto de nuevo: el tejido celular acumula restos y estructuras disfuncionales a medida que pasa el tiempo, si la autofagia comienza a fallar, esta acumulación es cada vez más perjudicial para la salud general del tejido.
Por otra parte, la autofagia juega un papel vital en la homeostasis (el conjunto de reglas fisiológicas que nos mantienen vivos) ya que participa de forma fundamental en el crecimiento celular.
Teniendo ya claro el concepto la siguiente pregunta sería ¿podemos utilizar la autofagia para nuestro beneficio?
Muchos estudios establecen que el impacto de la autofagia sobre las enfermedades asociadas al envejecimiento es enorme.
Enumero 3 principales beneficios asociados a la autofagia
Neuro protección (mejor mantenimiento de nuestro sistema nervioso)
Prevención de ciertos problemas metabólicos asociados al consumo de grasas y proteínas
Longevidad: en donde es más relevante el papel de la autofagia para un mejor envejecimiento
A partir de esta información lo lógico sería deducir que si propiciamos la autofagia, con el uso de ciertos medicamentos o la implementación de estilos de vida, reduciremos los efectos negativos de las enfermedades propias de la vejez.
La verdad es que esto no está tan claro.
En un artículo publicado en 2019 en la revista Nature, dos investigadores de la universidad de la Sorbona, Francia, planteaban una duda más que legítima: ¿qué es primero, el problema celular o la enfermedad?
Una pregunta lógica ya la enfermedad tiene como efecto directo la aparición de un montón de desechos celulares.
¿Podemos suponer que al eliminarlos mejorará la salud? y el mismo estudio tiene la respuesta: no lo sabemos.
Para estos investigadores, la simulación de la autofagia tiene un impacto positivo, quedaría por determinar si funciona en la vida real.
Se ha observado que alterar la autofagia logrando la mutación de un gen funciona en ratones, pero de ahí a que funcione en humanos hay un trecho bastante grande.
La biología nunca ha sido sencilla, por lo que no es lo mismo el resultado en un laboratorio que un resultado clínico
Sin embargo la industria farmacológica se ha lanzado a la tarea de encontrar medicamentos contra el envejecimiento usando la autofagia.
Esto no significa que no se trate de una moda pasajera o de un engaño más de la industria, pero aún queda mucho camino por recorrer en este sentido.
Relación del ayuno con la autofagia para un mejor envejecimiento
Lo que si se puede determinar con mayor seguridad es la interesante relación existente entre los protocolos de ayuno y la autofagia.
Estos protocolos nutricionales activan la autofagia en diversos tejidos y situaciones.
La literatura científica, a pesar de los vacíos existentes en el conocimiento exacto del mecanismo que actúa, establece que el estrés y la restricción calórica, producidos por el ayuno, inducen a la autofagia.
La restricción calórica temporal contribuye a reducir los factores de riesgo asociados a enfermedades como el síndrome metabólico, cardiovasculares y el cáncer.
También son evidentes los beneficios contra las enfermedades neurodegenerativas.
Disminuir la ventana de alimentación y aumentar el intervalo de tiempo entre comidas, ayuda a reducir la grasa corporal y a aumentar la cantidad de masa muscular y contribuye a mejorar la neuro plasticidad.
Podemos decir que hay un consenso, avalado por la evidencia científica, acerca de que ayunar es bueno para la salud.
Eso no está en discusión, pero aún no se conoce con total seguridad qué papel juega la autofagia en estos procesos.
Puede ser parte del resultado positivo, tal vez una causa directa o incluso, es posible que no tenga nada que ver.
En cualquiera de esto escenarios, todavía no se conoce el mecanismos exacto, ni cómo puede afectar al organismo la práctica de ayunos a nivel de autofagia.
Debemos tener en cuenta que el cuerpo es un organismo que se regula con una exactitud increíble, por lo que es muy difícil predecir cómo se alteraran algunos de sus aspectos más intrínsecos.
La autofagia y sus consecuencias es uno de estos aspectos, al igual que el metabolismo y otras cuestiones fisiológicas.
Entonces a pesar de que claramente es un proceso esencial en la prevención del envejecimiento, aún no se sabe cómo podemos usar dicho conocimiento en nuestro beneficio.
El 3 de octubre de 2016, la Asamblea Nobel en el Instituto Karolinska otorgó el Premio Nobel de Fisiología y Medicina a Yoshinori Ohsumi por sus hallazgos de los mecanismos para la autofagia.
Uno de los reguladores clave de la autofagia es la quinasa llamada diana de la rapamicina de mamífero (mTOR).
Cuando la mTOR está activada, suprime la autofagia, y cuando está inactiva, la promueve.
¿Qué activa la autofagia?
La privación de nutrientes es el activador clave de la autofagia y su mecanismo es muy sencillo.
Cuando no comemos la insulina disminuye y el glucagón aumenta estimulando el proceso de autofagia.
El ayuno en realidad aporta muchos más beneficios que simplemente estimular la autofagia para eliminar todas nuestras proteínas y piezas celulares deterioradas.
La acumulación de toda esta basura celular es la que puede ser responsable de muchos de los efectos del envejecimiento.
De manera simultánea el ayuno estimula la hormona del crecimiento, con propiedades antienvejecimiento a nivel óseo y muscular.
Con el ayuno entonces estamos proporcionando al cuerpo una renovación completa en la que el proceso de destrucción es tan importante como el proceso de creación, para revertir el envejecimiento.
Conoce más sobre los Beneficios del Ayuno Intermitente
Otros efectos positivos de la autofagia
Las consecuencias de la acumulación de proteínas deterioradas se pueden percibir en dos de las afecciones más importantes: la enfermedad de Alzheimer y el cáncer.
La enfermedad de Alzheimer radica en la acumulación de proteína anormal, ya sea beta amiloide o proteína Tau que daña el sistema cerebral.
Entonces un proceso como la autofagia, que tiende a eliminar las viejas proteínas, debería lógicamente prevenir el desarrollo del Alzheimer.
Ya vimos que el ayuno activa la autofagia, entonces lo que la desactiva es comer
La glucosa, la insulina y las proteínas desactivan este proceso de autolimpieza.
Basta con una pequeña cantidad de aminoácidos (leucina) para detener la autofagia, por lo tanto sólo el ayuno puede estimularla, no así la simple restricción calórica o la dieta.
Y por supuesto aquí vuelve a entra en juego el equilibrio: demasiada autofagia o muy poca te pueden enfermar.
Esto explica el porqué del ciclo natural de la vida: festines y ayunos que implica no hacer dieta de forma constante.
Esto estimula el crecimiento celular cuando se come y la limpieza celular durante el ayuno: en otras palabras equilibrio.
En la naturaleza, en la vida y en el cuerpo todo es equilibrio.
Este artículo está basado en las investigaciones y conclusiones del doctor Jason Fung uno de los mayores expertos mundiales en ayuno intermitente y dietas bajas en carbohidratos, autor de los libros El Código de la Obesidad y El Código de la diabetes
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